Fausto Larraguível
Llueve, pasos leves, rumor de sílabas,
aire y agua, palabras que no pesan
Octavio Paz. Como quien oye llover.
Aprieto un puñado de palabras,
de esas que asoman a otras lejanías,
las que devastan orillas solitarias.
Danza del fuego
que consume los papeles en que escribo.
Voces en procesión.
Ojalá pudiese grabarlas en piedra
y rodar lunas por el jardín del otoño,
para que mis palabras
conforten a los desamparados
y agobien a quienes envuelve el júbilo.
Construyan con madera sólida
escaleras para subir
y descender de nosotros mismos,
escalarse y derribarse,
acercarnos y alejarnos.
Pero también tallar sillas, camas y féretros:
para sentar a la espera y ofrecerle un café,
dormir a los miedos y amar sin mesura,
morir, habiéndolo dicho todo.
Así,
sin provocaciones
ni lamentos.
Fotógrafo: Aurelio Asiain
1 comentario:
"Sin provocaciones ni lamentos..."
Me gusta el ritmo y la esencia que se queda entre las piedras.
OA
Publicar un comentario