Gabriel Bevilaqua
Como resulté ser idéntico a un magnate,
me secuestraron por error. No obstante, la familia pagó el rescate sin chistar
y me recibieron con los brazos abiertos tras la liberación. Pensé que aquel
hombre tal vez había fallecido en un accidente y nadie lo sabía. Ambos hechos,
concluí, habían coincidido fortuitamente. Me apena decir que rogué para que su
cuerpo jamás apareciera. Pero la conciencia pudo conmigo, y una noche, tras
hacer el amor, le confesé a la esposa que yo no era quién ella creía. Sonrió y
me dijo:
―Lo que vos ignorás, es que ya no
soportábamos al original.
5 comentarios:
¡Muchas gracias, Amélie! Un gusto que Oportunidades tenga cobijo en tu Galería Literaria junto a tan insignes escritores.
Saludos.
Abre muchas posibilidades :D Lo mató ella, pagó el rescate por la réplica, porque ¡era tan guapo!
:) Beso, Gabriel
Un micro con muchas vueltas, yo diría que es de doble filo.
Un abrazo
Muy bueno, Gabriel.
Felicitaciones.
Un abrazo.
Hola Alma, Anita y José, muchas gracias por darse una vuelta por la Galería de Amélie, me alegra que les haya gustado.
Saludos
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